Lo que debes saber para preparar Kombucha en casa
El té kombucha mejora de la digestión, alivia las migrañas y aumenta tu energía, aparte de ofrecer múltiples sabores con infinitas recetas originales
La kombucha, o té azucarado fermentado, se ha puesto de moda y se ha convertido en la bebida del nuevo milenio. No es que sea nada nuevo, ha sido usado como remedio ancestral durante siglos y muchos le atribuyen una mejor función intestinal con ramificaciones inesperadas en el bienestar físico y mental. Hay cientos de recetas de kombucha con múltiples combinaciones de sabores, te contamos cómo prepararla en tu casa para incorporar a tu vida cotidiana una bebida refrescante y sabrosa. En El gran libro de la Kombucha, Hannah Crum y Alex LaGory explican todo lo que se necesita saber para preparar la kombucha en casa con información detallada y rigurosa sobre sus orígenes, beneficios para la salud y formas de elaboración y utilización, desde las recetas más tradicionales a las más innovadoras .
¿Por qué beber té de kombucha? La kombucha es el fermentado más versátil que existe, se puede consumir en cualquier momento del día, se puede preparar tan dulce o ácida como se quiera, está igual de deliciosa con sabores salados o dulces. Muchos lo utilizan para sustituir los refrescos o las bebidas alcohólicas. Beber kombucha también puede reducir la ingesta de cafeína y azúcar. La kombucha tiene muchos beneficios, por ejemplo: promueve la flora intestinal saludable, facilita la función hepática, estimula el metabolismo, alivia las migrañas, aumenta los niveles de energía y mejora la digestión, entre otros. Sin importar si tu alimentación es vegetariana, paleo, kosher o vegana, la kombucha puede convertirse en un añadido saludable y cualquiera puede añadirla a su dieta para tener más bacterias y levaduras beneficiosas para su cuerpo.
Técnicas para preparar kombucha Casi todo el mundo utiliza la técnica por tandas cuando empieza su aventura preparando kombucha. Es el procedimiento más básico: preparar la solución nutritiva (el té azucarado), añadir el cultivo y el líquido iniciador, y dejar que la bebida se fermente. Cuando está lista, embotellar y repetir. La técnica por tandas es ideal para cantidades pequeñas y es una opción excelente para los que quieren controlar con precisión el sabor de la kombucha .
Pasos para preparar 4L de kombucha Calienta un litro de agua por debajo del punto de ebullición. Combina el té con agua caliente en la olla, en un recipiente separado o en el recipiente de fermentación. Dejar reposar entre 5 y 15 minutos y retira las hojas de té Añade el azúcar al té caliente, y revuelve hasta que haya disuelto por completo Vierte los 3 litros de agua fresca restante y añade el té azucarado. Si la temperatura es mayor a la corporal (38º) cubre con un trapo limpio y espera que esté a temperatura ambiente Coloca el SCOBY (Cultivo simbiótico de bacterias y levaduras) en la solución del té. Vierte el líquido iniciador encima de él. Esto acidifica el té y protege de posibles patógenos. Cubre el recipiente con una trapa traspirable y colócalo en un lugar cálido (entre 24 y 29º). Recuerda que es un cultivo de organismos vivientes. Deja que el té fermente entre 7 y 21 días. Después de 5 días, puedes empezar a probarla una vez al día con una pajita o con un vaso de chupito. Cuando la kombucha alcance el sabor que más te guste, estará lista para embotellar. Antes de embotellar guarda al menos una taza de líquido iniciador para la siguiente tanda y viértela en un cuenco limpio. Después traslada el SCOBY al cuenco, cubre con un trapa y reserva. La kombucha ya se puede beber con o sin sabores. Después existen técnicas más avanzadas de dar sabor, filtrar y madurar en botella. Para empezar la siguiente tanda, utiliza uno a ambos SCOBY, ya sea el original o el que ha salido en la última tanda, con el líquido iniciador.
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La kombucha, o té azucarado fermentado, se ha puesto de moda y se ha convertido en la bebida del nuevo milenio. No es que sea nada nuevo, ha sido usado como remedio ancestral durante siglos y muchos le atribuyen una mejor función intestinal con ramificaciones inesperadas en el bienestar físico y mental. Hay cientos de recetas de kombucha con múltiples combinaciones de sabores, te contamos cómo prepararla en tu casa para incorporar a tu vida cotidiana una bebida refrescante y sabrosa. En El gran libro de la Kombucha, Hannah Crum y Alex LaGory explican todo lo que se necesita saber para preparar la kombucha en casa con información detallada y rigurosa sobre sus orígenes, beneficios para la salud y formas de elaboración y utilización, desde las recetas más tradicionales a las más innovadoras .
¿Por qué beber té de kombucha? La kombucha es el fermentado más versátil que existe, se puede consumir en cualquier momento del día, se puede preparar tan dulce o ácida como se quiera, está igual de deliciosa con sabores salados o dulces. Muchos lo utilizan para sustituir los refrescos o las bebidas alcohólicas. Beber kombucha también puede reducir la ingesta de cafeína y azúcar. La kombucha tiene muchos beneficios, por ejemplo: promueve la flora intestinal saludable, facilita la función hepática, estimula el metabolismo, alivia las migrañas, aumenta los niveles de energía y mejora la digestión, entre otros. Sin importar si tu alimentación es vegetariana, paleo, kosher o vegana, la kombucha puede convertirse en un añadido saludable y cualquiera puede añadirla a su dieta para tener más bacterias y levaduras beneficiosas para su cuerpo.
Técnicas para preparar kombucha Casi todo el mundo utiliza la técnica por tandas cuando empieza su aventura preparando kombucha. Es el procedimiento más básico: preparar la solución nutritiva (el té azucarado), añadir el cultivo y el líquido iniciador, y dejar que la bebida se fermente. Cuando está lista, embotellar y repetir. La técnica por tandas es ideal para cantidades pequeñas y es una opción excelente para los que quieren controlar con precisión el sabor de la kombucha .
Pasos para preparar 4L de kombucha Calienta un litro de agua por debajo del punto de ebullición. Combina el té con agua caliente en la olla, en un recipiente separado o en el recipiente de fermentación. Dejar reposar entre 5 y 15 minutos y retira las hojas de té Añade el azúcar al té caliente, y revuelve hasta que haya disuelto por completo Vierte los 3 litros de agua fresca restante y añade el té azucarado. Si la temperatura es mayor a la corporal (38º) cubre con un trapo limpio y espera que esté a temperatura ambiente Coloca el SCOBY (Cultivo simbiótico de bacterias y levaduras) en la solución del té. Vierte el líquido iniciador encima de él. Esto acidifica el té y protege de posibles patógenos. Cubre el recipiente con una trapa traspirable y colócalo en un lugar cálido (entre 24 y 29º). Recuerda que es un cultivo de organismos vivientes. Deja que el té fermente entre 7 y 21 días. Después de 5 días, puedes empezar a probarla una vez al día con una pajita o con un vaso de chupito. Cuando la kombucha alcance el sabor que más te guste, estará lista para embotellar. Antes de embotellar guarda al menos una taza de líquido iniciador para la siguiente tanda y viértela en un cuenco limpio. Después traslada el SCOBY al cuenco, cubre con un trapa y reserva. La kombucha ya se puede beber con o sin sabores. Después existen técnicas más avanzadas de dar sabor, filtrar y madurar en botella. Para empezar la siguiente tanda, utiliza uno a ambos SCOBY, ya sea el original o el que ha salido en la última tanda, con el líquido iniciador.
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