Entrevista a la doctora Natasha Campbell-Mcbride

Mónica Gómez, terapeuta holística, entrevista a la Doctora Natasha Campbell-Mcbride. Esta entrevista tuvo ocasión de la publicación de una nueva edición en español de su bestseller “GAP, el síndrome Psico-intestinal”, ya todo un clásico de la nutrición orientada a restablecer la salud intestinal. Si quieres saber más te aconsejamos que leas también su artículo – «El protocolo nutricional GAPS».

GAPS, el síndrome psico-intestinal por la Dra. Natasha Campbell-McBride

Hace poco llegó a nuestras manos el reciente estrenado libro de la Dra. Natasha Campbell-McBride, “GAPS, el síndrome psico-intestinal”, un libro que a quién más, quién menos, seguro que le resonará porque es realmente abrumador la cantidad de enfermedades y dolencias/molestias que todos tenemos hoy en día vinculadas al aparato digestivo (¡yo la primera!). Las siglas que encabezan el título del libro se refieren a “Gut and Psychology Syndrome” o lo que es lo mismo, “Síndrome del Intestino y psicología”. Neuróloga y neurocirujana, la Dra. Campbell-McBride se interesó en la relación entre los trastornos neurológicos y la nutrición a raíz del nacimiento de su hijo autista. Sus investigaciones la llevaron a desarrollar un protocolo nutricional que ha ayudado a miles de personas a mejorar su salud y tratar sus enfermedades mediante los estudios que ha ido (y sigue) realizando con las bacterias esenciales del intestino para digerir y absorber los alimentos. Un libro enfocado a problemas y síndromes digestivos en niños pero totalmente aplicable a los adultos, a cualquier edad. Un libro en el que se habla de la epilepsia, autismo, esquizofrenia… Con lo que uno se pregunta: ¿A qué se debe este enfoque tan concreto y vinculación de dichas enfermedades con la cuestión digestiva? ¿Es que estas tienen más relación con el aparato digestivo? ¿Pero como es posible que haya hoy cada vez más problemas digestivos, intolerancias alimentarias…? ¿Qué sucede, en realidad? ¿Qué está pasando? Natasha comenta que estamos creando un medio ambiente que perjudica y daña nuestra salud. El uso de antibióticos, químicos en la agricultura, toxinas que empleamos en general en nuestras vidas… todo eso perjudica y degenera la flora de las personas. Sin una buena salud en la flora intestinal, no hay digestiones saludables.  Tenemos floras intestinales dominadas por especies patógenas y con microbios. Esto perjudica la pared de los intestinos, haciéndolos porosos y permeables, situación que ocasiona alergias e intolerancias. La persona desarrolla múltiples deficiencias nutricionales y la persona termina no pudiendo digerir muchos alimentos como los que contienen gluten, caseína u otras proteínas. Natasha recomienda seguir su propuesta de protocolo para normalizar la flora intestinal y ayudar-curar y regenerar el intestino. Este protocolo cura el intestino, hace desaparecer las enfermedades que se encuentran en este, tanto físicas como mentales porque las raíces de nuestra salud, según insiste la Dra. Campbell-McBride, están ahí, en el intestino. Es sabido la cantidad de neurotransmisores que este tiene y que son utilizados por el cerebro: la serotonina, dopamina, Gaba, entre otros. Producidos en el intestino, estos neurotransmisores se transportan hasta el cerebro donde se ponen en marcha. La gente con GAPS no puede producir las cantidades suficientes de estos neurotransmisores por lo que se daña el intestino y surgen las deficiencias. De ahí depresiones, ansiedad y otros problemas mentales. Dándole vueltas al asunto y sobre todo, pensando en esos alimentos que nos han eliminado a muchos, le pregunté a la doctora por el gluten (algo que me “atormenta” bastante). Me explicó que eliminarlo puede no ser suficiente para muchas personas. Si la persona tiene una flora intestinal dañada, sin salud… hay que normalizarla y curar el intestino, algo que por supuesto, simplemente eliminando el gluten, no soluciona. Insiste en seguir la dieta propuesta en su libro puesto que esta trabaja con la raíz que causa el problema. La mayoría de personas con estas problemáticas, hemos probado cientos de tratamientos, especialistas, dietas, productos… Así que, leernos su libro, de principio a fin, y valorar su protocolo GAPS para quizá ponerlo en práctica, después de todo… ¡me parece una buena idea! Fuente: We love you Academy

GAPS, el síndrome psico-intestinal, en español

Hace unos meses, concretamente en Mayo de 2017, la Editorial Diente de León me invitó a una conferencia a la que, por último, no pude acudir. Y fue una pena no hacerlo, porque el motivo lo merecía: la presentación del libro “GAPS, el síndrome psico-intestinal”de la doctora Natasha Campbell McBride, en español, por fin, y con la presencia de la propia autora. Debo decir que la doctora McBride es el alma mater de mi blog Mundo Bacteriano y a ella debo, sin duda alguna, la evolución de mi salud y las distintas fases por las que he ido pasando para mejorarla. El libro “GAPS, el síndrome psico-intestinal” en versión española era una necesidad que se venía pidiendo a gritos desde que, en 2004, Natasha Campbell McBride lo publicara en versión inglesa. El terremoto médico y mediático que sus tesis han provocado acerca de la conexión entre el cerebro y el intestino ha sido de tal calibre  que, actualmente, estamos asistiendo, y no creo exagerar, al nacimiento de una rama de la medicina por derecho propio, especializada en el intestino, sus enfermedades específicas, las cepas o microbiota que lo colonizan, sus efectos sobre la producción de neurotransmisores, y, lo que es más importante, sobre el comportamiento de los enfermos.  
Doctora Natasha Campbell McBride
La doctora McBride tuvo el mérito, tras publicar su libro en el 2004, de establecer conexiones “increíbles” allí donde, en apariencia, no había la más mínima causalidad. Quizás debe dar las gracias a la circunstancia de haber tenido un hijo autista. Pero donde nadie logró ver la relación, ella la intuyó. Y todo es empezar, porque lo que comenzó siendo un estudio sobre el intestino, ha terminado convirtiéndose en una incipiente ciencia que los anales médicos deberán recoger en años venideros y rendirle los honores correspondientes. El mérito es mayor, si cabe, si tenemos en cuenta que los investigadores se enfrentan a unos síndromes con etiologías altamente confusas, donde los síntomas no ayudan a desentrañar las patologías. Sin embargo, a pesar de la enorme dificultad para su estudio, la historia de la medicina occidental recuerda siempre a Hipócrates  diciendo “Todas las enfermedades comienzan siempre en el intestino”. Por eso mis simpatías hacia la doctora McBride no se deben solo a que haya descubierto las patologías y desarrollado las terapias para curarlas, sino, por encima de todo, creo yo, porque hace uso de un modo de hacer medicina más humano, más natural y más cercano a lo que yo entiendo. El libro  “GAPS, el síndrome psico-intestinal”, debería ser la Biblia de aquellos que buscan una saludable forma de tratar su cuerpo. Desde mi punto de vista recoge de forma minuciosa, sistemática y siguiendo una buena práctica curativa, los protocolos y descripciones necesarios para curarlo y evitar las enfermedades. Una actitud que me encanta y que continuamente se puede leer en el libro, es la de fomentar la propia responsabilidad sobre la salud personal, que debe ser algo autogestionado, y no delegado en los médicos. Ella lo dice claramente y critica que esta sea una costumbre de la medicina occidental que conlleva efectos muy perniciosos. Otra enseñanza que se extrae del libro es la de que, para conseguir y mantener la salud no se necesitan grandes inversiones y que basta con poner atención a los hábitos de alimentación y mantenerlos en el tiempo. Y tales hábitos se pueden realizar con poco gasto. En relación con esto me gusta mucho la claridad con la que la doctora McBride rechaza la cocina industrial o los alimentos procesados, una de las causa de las epidemias de todo tipo que nos invaden. Y es que la doctora McBride hace apología de la vida sencilla y natural, la que no hace mucho era norma en todo el mundo. Y aprovecha su libro para convertirlo en un libro de recetas, recetas saludables, sencillas y por otro lado interesantísimas para todos aquellos que amamos los fermentados.

Secciones del libro

El libro se divide en dos partes principales (más una tercera adicional o accesoria con otras cuestiones). La primera dedicada a describir el problema y la segunda al tratamiento que ella propone.

Descripción del problema

En la descripción del problema, profundiza de manera clara y magistral en las enfermedades que le han llevado a GAPS, el autismo principalmente. A continuación se pregunta cual es la relación entre ellas y el intestino. En el capítulo 2 describe la estructura del tejido intestinal y como resulta afectada cuando enferma. Describe, asimismo, la presencia y el papel de la flora intestinal (la microbiota beneficiosa) y su relación saludable con el intestino.  También detalla los principios de una nutrición saludable y el sistema inmune y el papel que cumplen las bacterias intestinales en ellos. En el capítulo 4 se centra en los motivos de la desaparición de la flora intestinal. A poco que pienses son incontables, pero se resumen en uno: la vida moderna. Todo, actualmente, daña la microbiota. No obstante, la doctora McBride se molesta en especificar una a una las posibles causas. Sabemos que la dieta es básica, así como los medicamentos, pero me ha encantado leer que incluye el estrés tanto físico como psicológico como importante motivo de la destrucción de las bacterias intestinales, porque es una conclusión personal a la que he llegado debido a mis experiencias. De particular interés para mí es su mención de la Cándida y del acetaldehido, como subproducto de la candidiasis y de la fermentación alcohólica. Este tema es más importante de lo que parece y me ha agradado especialmente encontrarlo en las paginas del libro, y ver que le dedica no pocas reflexiones. Interesantísimo el capítulo dedicado a la transmisión familiar de la disbiosis intestinal crónica y la explicación de cómo se perpetúan las patologías de padres a hijos. Por último, la relación entre las enfermedades psiquiátricas y los déficits vitamínicos o nutricionales, debo reconocer que me ha sorprendido agradablemente, porque maneja información que desconocía, de índole histórica, sobre todo. Particularmente interesante la relación entre la epilepsia y la dieta cetogénica, en la que se reemplazan los hidratos de carbono con grasas, como medio de eliminación de las convulsiones. He de decir que cuando leo en el libro sobre la eliminación de los almidones, en la dieta cetogénica, entiendo que ha de hacerlo así como medio de eliminar los glúcidos. No obstante, en ningún momento he visto que ella apoye la introducción del almidón resistente, como medio propicio al desarrollo de la flora bacteriana.

Tratamiento y curación

Detallada y magistral considero la parte del libro dedicada a la dieta y a la curación, así como a la desintoxicación. Me parece inmejorable la manera en que la doctora analiza una a una las sustancias químicas y sus efectos sobre nuestro cuerpo. El estudio detallado del glúten y la caseína, los fenoles y sus variedades nos hacen comprender que no toda dieta vegetariana ha de ser necesariamente positiva, solo por el hecho de serlo, simplemente porque cada paciente es un mundo y tiene sus propias características. Por otro lado, explica muy claramente, cómo las desintoxicaciones pueden tener sus efectos secundarios por la reacción de Herxheimer. Es especialmente profundo el análisis de los alimentos que han de evitarse en una dieta GAPS, porque parte de la revisión de cuales son los daños concretos que producen cada uno de ellos.  Insisto que aquí me ha llamado la atención el rechazo casi sistemático que hace de los almidones. Tras todas las explicaciones hace un conveniente resumen: evitar los cereales y productos derivados, evitar las verduras con almidón, el azúcar, las legumbres y la lactosa. De nuevo me llama la atención que las legumbres aparezcan como alimentos rechazables, cuando más adelante los incluye entre los admitidos. Y entre los alimentos recomendados están el pescado y la carne, los huevos, las verduras frescas (sin almidón) de las que propone una lista completa, la fruta, frutos secos y semillas, legumbres (de nuevo y paradójicamente), habas, miel, grasas, café, té y sal. Una parte importante del libro la dedica a las dietas y a las recetas realizadas con esos alimentos permitidos. Es muy interesante ver cómo describe el efecto específico de cada alimento sobre la pared intestinal, en relación a la curación del epitelio. Especialmente llamativo, para mí, ha sido el papel protagonista de los caldos de carne y huesos en la mejoría del problema. En esta parte del libro se pueden encontrar numerosas recetas de todo tipo y para cubrir todas las etapas de la curación del síndrome GAPS, incluyendo sopas, ensaladas, guisos, así como recetas de fermentados, no solo de verduras, sino de pescados. También describe recetas de bebidas, tanto de zumos como de fermentados. Y con esto no se acaba el libro. Mi conclusión es que es un libro muy completo, que me va a servir durante muchos años como manual de primeros auxilios y de referencia en materia de problemas intestinales. Está repleto de información valiosísima. He tenido poco tiempo para leerlo y debido a eso no le he sacado todo el partido que debería, pero sé que lo usaré a menudo a partir de ahora. Dispone de un índice temático muy completo que permite ir a cualquiera de los temas buscados, lo que lo hace muy cómodo como manual de consulta rápido. Muy aconsejable, sin duda. Fuente: web deMundobacteriano

El protocolo nutricional GAPS de la dra. Natasha Campbell

El próximo viernes la dra. Natasha Campbell viaja a Madrid para presentar la nueva edición en español de su bestseller GAPS, el Síndrome Psico-Intestinal. Muchos lo habréis leído y otros lo conoceréis, puesto que desde que se publicó originalmente en inglés en el 2004 el fenómeno GAPS (de sus siglas en inglés: Gut and Psychology Syndrome) no ha dejado de extenderse por todo el mundo y ganar adeptos. Lo prueba el hecho de que haya sido traducido a nada menos que 16 idiomas y que más de 40 países cuenten con terapeutas GAPS certificados, incluido España. Yo conocí a la doctora Campbell cuando allá por el 2011 fue entrevistada por primera vez por el Dr Mercola, el que considero mi principal mentor en temas de nutrición. Me faltó tiempo para comprarme el libro (gracias Amazon porque mi vida no habría sido la misma sin ti 😊) que devoré con avidez.

El Autismo asoma su fea cabeza

La dra. Campbell sufrió un duro golpe cuando su hijo de tres añitos fue diagnosticado con Autismo. Trastorno de origen neurológico en apariencia y para el que inexplicablemente su propia profesión de neurología no ofrecía ninguna cura (y décadas después la situación no ha variado) Sintiéndose defraudada por la medicina emprendió una cruzada en solitario que culminó, en contra de todo pronóstico, con la completa recuperación de Nicolás. Recuperación total hasta la fecha de una patología considerada incurable por la medicina ortodoxa. Una prueba más de que el amor de una madre no conoce límites. Que mejor testimonio en este mes de mayo en el que se celebra el Día de las Madre. El precioso poema que Nicolás compuso a los 11 años al inicio del libro no deja indiferente al lector. Hazaña totalmente impensable en un trastorno caracterizado por la incapacidad para expresar emociones, que demuestra una vez más que la medicina no tiene siempre la última palabra. Espero que recuerdes a la doctora Campbell si alguna vez un médico afirma soberbiamente que «tu enfermedad no tiene cura» cuando debería decir «la medicina no tiene cura para tu enfermedad» .

¿Qué es GAPS?

Según la dra Campbell no solo el autismo sino todas las enfermedades mentales y trastornos de conducta se originan en el intestino, de ahí que lo bautizara como el Síndrome Psico-Intestinal. La ciencia ha demostrado que el cerebro y el intestino están íntimamente ligados. De hecho, al intestino se le conoce como el segundo cerebro. Aunque las neuronas se asocian únicamente con el cerebro, las paredes del sistema digestivo albergan una extensa red de neuronas. Además gran parte de las emociones se generan en el intestino, por eso sientes el miedo como mariposas en la tripa, no en el cerebro. En el caso de la serotonina, la hormona de la felicidad y el bienestar, el intestino produce el 90% frente al 10% del cerebro. Y ahora para estimular la producción puedes recurrir a este nuevo invento revolucionario: una mantita que incrementa la serotonina 😉 Un desequilibrio en la flora intestinal genera un intestino tóxico que a su vez afecta a la función cerebral. La pared intestinal se vuelve permeable dejando pasar tóxicos y alimentos a medio digerir que llegan al cerebro y a otros órganos provocando todo tipo de condiciones con sintomatologías muy diferentes entre sí, a pesar de su origen común.

¿Qué patologías origina GAPS?

Trastornos del Espectro Autista (TAE), déficit de atención de hiperactividad (TDA/TDAH), esquizofrenia, dislexia, dispraxia, dificultades en el aprendizaje, depresión, trastorno compulsivo obsesivo, trastorno bipolar, esquizofrenia y otras condiciones psiquiátricas. Trastornos digestivos, depresión, alergias, asma, eccema, diarrea, síndrome del intestino irritable, enfermedad de Crohn, cistitis crónica, trastornos de sueño, enfermedades autoinmunes, cándida, obesidad…

Todas las enfermedades comienzan en el Intestino

La denominada disbiosis intestinal se produce cuando hay un desequilibrio entre bacterias, virus y hongos benéficos y los perjudiciales.

¿Cómo y cuando se originan los desequilibrios de la flora intestinal?

Los escenarios son múltiples: Durante el parto y la lactancia. Mientras se encuentra protegido en el vientre de la madre el bebé es estéril, es decir, carece de flora intestinal. Adquiere la flora intestinal de la madre. Sí, curiosamente no solo heredamos los genes de nuestros antepasados sino también la flora. La madre trasfiere su flora intestinal al bebé de dos maneras: – Durante el parto. Al pasar por el conducto vaginal el bebé se impregna y traga los líquidos vaginales de la madre que constituirán su primera microflora. – Durante la lactancia. La leche materna contiene la flora intestinal de la madre. Los bebés nacidos por cesárea no tienen la posibilidad de adquirir la flora intestinal de la madre, así como los bebés que no han sido amamantados, lamentablemente ambas prácticas cada vez más frecuentes. El sistema inmune de estos bebés está debilitado y les hace propensos a infecciones víricas o bacterianas.

El Remedio

Obviamente la prioridad es restablecer cuanto antes la flora intestinal del paciente, mediante una nutrición adecuada basada en eliminar carbohidratos y alimentos procesados y añadir verduras y lácteos fermentados.

GAPS y vacunas

La dra. Campbell hace especial hincapié en que los niños afectados por Gaps no sean vacunados hasta su completa recuperación, por la alta probabilidad de que sean dañados por las vacunas. En muchos casos la vacuna es la gota que colma el «vaso de la toxicidad», como testimonian numerosos padres que presenciaron impotentes cómo sus hijos desarrollaron autismo inmediatamente después de la vacunación.

Más libros de la dra. Natasha Campbell

La dra Campbell ha escrito otros dos libros más, que no han sido aún traducidos al español: Put your heart in your mouth y Vegetarianism explained, publicado este mismo año. – – El viernes no me pierdo la presentación de la dra. Campbell. Tengo muchas ganas de conocerla en persona. Entretanto os invito a pulsar en el botón ‘responder’ y contarme vuestras experiencias con el protocolo nutricional GAPS. Fuente: http://www.terapiaclark.es/productos/gaps-sindrome-psico-intestinal.htm